Una vulva pequeña y ausencia total de vagina
Ya retirado el colgajo de piel, antes de la sutura
Terminada la operación, la ternera prueba su nuevo instrumento
-¿Doctor?-
-¡Sí
Pedro!-
-¡Nos
nació una ternera sin la monona! ¿Tendrá un ratito para venir a verla?-
-¿Pero
que es la monona Pedro? ¿No sé lo que es?-
-¿No
va a saber lo que es doctor? ¡La monona es la de hacer pis!- Dijo Pedro
juguetón.
Medio
intrigado con el asunto, llegué a la guachera del tambo “La Irene” a media
mañana. Revisé a la muchacha y me encontré con un lindo y raro caso. La pobre
tenía una vulva muy poco desarrollada, el meato urinario normal, pero no existía vagina, ni forma de vagina,
ni cavidad alguna.
El
problema era que esa vulva rudimentaria estaba dispuesta de tal manera, que
toda la materia fecal de la pequeña caería sobre ella, con el riesgo de
infecciones urinarias a repetición para el futuro.
Decidimos
operarla. Y podríamos decir que para nuestro propósito la intervención fue un
éxito.
La
única consecuencia inesperada fue que Pedro anda diciendo por el pueblo que el
doctor Spinelli hace cirugías vaginales como las de las famosas de la tele.
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