lunes, 23 de mayo de 2011

Identificación bovina




Hace algunos años que estamos lidiando con un sistema de identificación de nuestros bovinos francamente malo.
Desconozco las causas últimas, aunque las sospecho, por las que se adoptó esto de las caravanas para todo el rodeo nacional.
Basta con ver quienes ganaron. Y mucho.
El resto de los involucrados en la cadena ganadera, tenemos que hacer montones de tareas adicionales sin que sirva para nada. La gente de Senasa, que ya no puede materialmente procesar la enorme cantidad de datos que llenan su sistema informático, a pesar de que solo se ha caravaneado entre un 20 y un 30 % del rodeo nacional; los productores y veterinarios complicados con caravanas de todo tipo, haciéndose astillas para emprolijar registros donde siempre hay problemas con animales muertos, vendidos, ingresados, o que perdieron su número de identificación; y transportistas y frigoríficos, que deben abrochar la tarea, haciendo coincidir los números con los animales respectivos.
Y al ser un sistema tan complejo hace agua por todos lados. Son enormes las trampas y burlas a la reglamentación que vemos diariamente. Es inevitable que así suceda.
¿Y todo para qué? Dicen que “los mercados” compradores de nuestras carnes demandan la trazabilidad. Que en el hipotético caso de la aparición de alguna enfermedad, será posible rastrear el origen del animal en cuestión. Y además, que los exigentes consumidores europeos aspiran a comprar un corte de carne en el supermercado y, solo con un código de barras adherido al envase, poder ver hasta las fotos del establecimiento donde el novillo pasó sus años mozos.
Todo verso para la tribuna.
Argentina tuvo hasta hace un tiempo el mejor sistema de identificación. Simple, económico, fácil de controlar y rastreable. La marca a fuego.
Solo hace falta recrearlo y poner énfasis en él. No me voy a extender en esto porque son innumerables las ventajas que representaría poner a la marcación como eje de la identificación. Actualmente, la marca convive con las caravanas.
Y por si esto fuera poco, los genios que deciden en estas cuestiones están analizando la posibilidad de cambiar hacia la identificación electrónica. Alguien los convenció (¿Quién?) de que es la gran solución. Que poner un chip a cada bovino y vender miles de lectores y computadoras para tal fin es algo práctico y sencillo.
¡Que lo parió! Dijo Mendieta

Ps.: Para los extranjeros que lean esta nota, aclaro que Mendieta es un perro reflexivo, creado por Fontanarrosa para su historieta: Inodoro Pereyra “el renegau”, que solía lanzar esa expresión cuando ya no encontraba que decir.


1 comentario:

  1. Decime a mi si habre lideado con las caravanas en tres partidos distintos.........y ni hablar cuando algun veterinario se olvidaba de firmar el TRI de exportacion.......deci que tenia buena relacion con el colega de ustedes(VIEJO NEGRO le habia puesto YO)y cuando me pregunto pero su veterinario estuvo en el campo,SI SEÑOR, PALABRA DE HONOR y ahi un poco mas aparte de darme el certificado me lleva a caballito hasta la camioneta,je,je,je! Abrazo.

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Un Veterinario y las Mujeres Guerreras

¡Ahí lo tienen! Para los que vivan lejos habrá también venta electrónica