Hay que cuidarse mucho de las cosas que uno dice frente a los chicos, porque hay sentencias y conclusiones que quedan grabadas para siempre.
Una vez me explicó mi viejo que la voluntad es casi un músculo, y que tenemos que fortalecerlo como tal. Una voluntad fuerte nos hace indomables.
Con esa idea metida en la cabeza, siempre he tratado de inventar ejercicios de voluntad. Por eso, a lo mejor una vez por año, me hago un buen ayuno. Empiezo con una cena normal un lunes, bien piolón, con algún tinto como de costumbre, y después le pego a mate y agua hasta la mañana del miércoles. Esos martes son fatales. El hambre golpéa en las tripas, sobre todo si el trabajo es fuerte, pero hay que dominarlo. Y cuando pasa la prueba, queda una buena sensación de haber podido lograrlo. Uno se siente capaz de poner fuerza en las cosas que quiere.
Algo parecido sucede en las carreras de larga duración que a veces encaro sobre mis zapatillas. Como no soy un atleta, y por mis tiempos no alcanzo a entrenar todo lo que debiera, en algunas me ha pasado que en la mitad de la cosa, se me cruza por la cabeza el pensar que corno estoy haciendo ahí. Las ganas de parar son grandes, pero hay que lograr ese poquito de convencimiento, y la alegría de llegar compensa todo lo demás.
Son pequeñas pruebas de fuerza de voluntad que sirven, y mucho, para la vida.
Mi viejo ni se habrá imaginado lo que hacía con esa charla chiquita.
Una vez me explicó mi viejo que la voluntad es casi un músculo, y que tenemos que fortalecerlo como tal. Una voluntad fuerte nos hace indomables.
Con esa idea metida en la cabeza, siempre he tratado de inventar ejercicios de voluntad. Por eso, a lo mejor una vez por año, me hago un buen ayuno. Empiezo con una cena normal un lunes, bien piolón, con algún tinto como de costumbre, y después le pego a mate y agua hasta la mañana del miércoles. Esos martes son fatales. El hambre golpéa en las tripas, sobre todo si el trabajo es fuerte, pero hay que dominarlo. Y cuando pasa la prueba, queda una buena sensación de haber podido lograrlo. Uno se siente capaz de poner fuerza en las cosas que quiere.
Algo parecido sucede en las carreras de larga duración que a veces encaro sobre mis zapatillas. Como no soy un atleta, y por mis tiempos no alcanzo a entrenar todo lo que debiera, en algunas me ha pasado que en la mitad de la cosa, se me cruza por la cabeza el pensar que corno estoy haciendo ahí. Las ganas de parar son grandes, pero hay que lograr ese poquito de convencimiento, y la alegría de llegar compensa todo lo demás.
Son pequeñas pruebas de fuerza de voluntad que sirven, y mucho, para la vida.
Mi viejo ni se habrá imaginado lo que hacía con esa charla chiquita.
Efectivamente la voluntad es el todo de la vida, sin voluntad no hay objetivo dificultoso que se cumpla.
ResponderEliminarEn mi especialidad hípica, como es la Resistencia Ecuestre, si no tienes una buena preparación no podrias hacer la cantidad de kilometros y horas, en las que duran una de estas pruebas, pero si no tienes una voluntad de terminar, la preparación fisica se resiente y dejas la prueba cuando la voluntad falla.
Que la juventud tenga la voluntad como sus mayores y que la vida facilona, que tiene hoy en dia casi toda la juventud, no les impidan ser fuertes ante las adversidades de la vida.
Saludos de Gabriel.
http://ggjineteraid.blogspot.com/
Gracias por tu comentario de hoy Gabriel. Y por acompañarme en estos escritos. No se si será por ideas parecidas o por una cuestión generacional.. Ja Ja... pero coincidimos en muchas cosas. Un abrazo desde estas sierras de San Manuel.
ResponderEliminarEs una gran verdad lo de la voluntad, el tema que el que no la posee no cree que con VOLUNTAD se longran todas las cosas y despues que las logras y pasaste por un sin numeros de escollos, que ellos no se dieron cuenta porque no lo ven te dicen que vos naciste con estrellas y ellos estrellados que todos es cuestion de SUERTE......... Abrazo muy buena la NOTA!!!!!!!!!
ResponderEliminarGrande Doc, no podés haberlo descripto mejor, se me puso la piel de gallina, la sensación de haber logrado algo con fuerza de voluntad es algo imposible de explicar, solo el que lo pone en prática nos puede entender. Yo nunca me destaqué como un gran deportista, pero alguna vez fui capitán de mi equipo de rugby, solo por poner voluntad u huevo en los entrenamientos y no aflojar nunca, es solo un ejemplo....UN ABRAZO
ResponderEliminarDicen que: "La voluntad (o el deseo) es la arquitecta de la vida".
ResponderEliminarLa voluntad, Madre Santa, me cuesta mucha voluntad. ¡Uf!...
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