miércoles, 20 de julio de 2011

Una pobre mamá

Me llamaron para atender un parto en una vaquillona. Pintaba para rutina. La tenían encerrada en el corral, así que pronto la atamos en un poste para derribarla y hacer el trabajo. En ese momento tuve alguna alarma. En principio no se veía nada del ternero asomando por la vulva, aunque esto a veces se dá por algunas malas posturas del feto, pero había también una extraña deformación sobre el flanco izquierdo.

Hice un tacto vaginal y noté un confuso enredo de membranas, y solo allá lejos, alguna parte dura del ternero. La pobre se dió vuelta cuando la revisaba y me dijo en voz baja, que hacía dos días que estaba muy dolorida, después de una "explosión" en su panza. Yo no le contesté para que los presentes no creyeran que la locura me avanza, pero le guiñe un ojo tranquilizandola.


Decidí hacer una cesárea y al incidir la piel y la pared abdominal, me encontré con la criatura fuera del útero nadando entre las asas intestinales. Le pedí a un ayudante que sacara fotos del asunto y oí la voz de la madre que me decía en voz baja: -¿Vió dotor? ¿Que le dije?-



Apenas retiré el ternero, apareció el útero desgarrado por donde el pequeño se había escapado hacia el abdomen -¡Pobre!- Pensé -¿Como se le habrá desgarrado? ¡Esa será la explosión que sintió!- De todas maneras la tranquilicé diciendole que todo iba bien, mientras explicaba a los espectadores lo que era este caso de feto extrauterino.

Apenas terminé la operación, la mamá se levantó y trató de reanimar a su cría pero ya el ternerito había partido en el último viaje -¡Que lastima dotor!- Me dijo la vaquillona -¡El pobre ni siquiera alcanzó a ver el sol! ¡Con lo lindo que se vive en este campo!-
Y no supe que decirle. Ojalá que el año próximo vuelva a parir.











2 comentarios:

  1. Un buen trabajo, no todo el mundo es capaz de hacer este trabajito, el haber salvado al ternero ya seria un record. Seguro que el ternero murió a poco de la "explosión que decía su madre", ya que el medio en donde se encontraba no es el más idóneo, ya que le faltaba su hábitat natural.
    Lo que no comprendo es como con dos días de la "explosión", una peritonitis no fuera el cuadro más lógico.
    Saludos de Gabriel.

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  2. ¡Y si Gabriel! La naturaleza es sorprendente. En uno de mis primeros casos así, me encontré con que el útero estaba ya involucionado, por lo que probablemente llevara mas de un mes de desgarrado y el ternero había seguido viviendo adosado a una masa de tejido semejante al placentario, pero pegado a los intestinos... ¡Cosa vederes Sancho...!
    Saludos desde estas tierras

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