miércoles, 16 de junio de 2010

Anécdotas con pimienta

Estas historias me fueron referidas por el colega, Dr. Renato Briano. Hombre viajado, curioso, y con una envidiable memoria.

Tapia y Martinez salieron para Ayacucho bien temprano en la rastrojera roja destartalada. Tenían seis kilómetros de tierra hasta la ruta 29. Eran compañeros de trabajo y muy amigos. Iban charlando y fumando el primer cigarro de la mañana.
Cuando llegaron a la ruta, Tapia miró bien y le dijo a Martinez: -¡Mar del Plata libre!-
Y Martinez subió al asfalto.
Pero el auto se apareció del lado de Buenos Aires a toda velocidad.

Estación Arboledas del Ferrocarril Sud. Alrededor de 1953. Estaban cargando un tren especial con hacienda para Liniers y se había quedado atrancado un novillo gordo entre vagón y vagón. La tropa no avanzaba. Además de los gauchos de a caballo había un empleado de la estación que mas que ayudar estorbaba. Por ahí se sintió fuerte: -¡Hagale bulla ferroviario, aunque sea con el ojete!-
Siguieron risas generales y algún sapucay. La cuestión es que el tipo atinó a ayudar.

Comisaría de Azul. Decada del 40. El comisario, don Reginaldo Ferreyra, estaba de recorrida a los presos junto con algún judicial.
Al pasar por un calabozo con seis detenidas mujeres, una de ellas dijo: -¿Alguno de ustedes fuma sucomisario dotor?- Y ante la negativa a darles un cigarrillo, se levantó la pollera (sin bombacha) y les gritó, agarrándose las partes: -¡Chúmbale barbucha, chúmbale!-

Reginaldo Ferreyra, criador de gallos de riña y comisario en Azul, fue muy amigo de Omar J. Menvielle, poeta criollo autor de "Regalón de mi Tata".

1 comentario:

  1. Buena anecdota, gracias por compartirla, un abrazo desde Quilmes
    Carlos A Lopez

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